Los fantásticos libros voladores del Señor Morris Lessmore es la adaptación a formato digital del cortometraje dirigido por William Joyce y Brandon Oldenburg galardonado por la academia de cine estadounidense con el óscar al mejor corto animado en 2011.
La aplicación para tabletas nos cuenta la historia de Morris Lessmore, un amante de la literatura que ve su vida perturbada por la llegada de un huracán y que verá en los libros la inspiración y la ayuda necesaria para reencontrar el sentido a su existencia. La obra mantiene la estética del corto original, contextualizada en la norteamérica de mediados del siglo pasado y con continuas referencias tanto literarias como al Hollywood dorado de los años 50. Sirvan de ejemplo los ecos de obras como La Isla del tesoro, Frankenstein, Alicia en el País de las Maravillas, Cuento de Navidad o la presencia de personajes tan carismáticos como Humpty Dumpty, quien acompaña al protagonista de esta aplicación a lo largo de toda la narración.
A partir de esta riqueza referencial que ya poseía el hipertexto cinematográfico, estudios Moonbot ha conseguido crear una obra digital donde las posibilidades del medio potencian la fuerza de su mensaje: la defensa de la lectura literaria y es a partir del diseño interactivo creado por este laboratorio como lo consigue.
El hecho de que en más de una ocasión esta participación por parte del usuario no sea un simple juguete accesorio sino un ejercicio necesario para el avance de la historia, convierte la arquitectura interactiva de esta obra en un elemento más al servicio de la narración y consigue involucrar al lector en el universo creado, ya sea interpretando las notas del clásico Pop! Goes the Weasel, leit motiv musical de la obra, o restaurando los envejecidos “libros voladores” que habitan el nuevo hogar del protagonista. Podemos decir que incluso los añadidos lúdicos de la obra, lejos de distraer el buen fluir de la narración como ocurre en tantas otras aplicaciones digitales, ayudan a dar forma a su atmósfera literaria, descubriendo, por ejemplo, cómo los libros nos susurran sus propias historias.
En definitiva, una obra que lejos de alimentar los debates apocalípticos sobre la muerte del libro como lo conocemos, se vale de las armas de la modernidad para contarnos un bonito cuento sobre lo maravilloso que es leer, aunque eso ya lo sabemos, ¿no?