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La trilogia del limite

Suzy Lee

Editorial: Mantova: Edizioni Corriani
Any: 2012
ISBN: 978-88-7570-342-4

«Era un error de imprenta?»

Así es como comienza el interesante ensayo de la autora de la trilogía: Espejo, La ola y Sombras, Suzy Lee. Con la publicación de La ola en 2008 se abrió un debate sobre el posible error de imprenta en una de las páginas del libro en el que la niña protagonista está situada en la página izquierda y alarga la mano, pero ésta no se ve en la página derecha, dando la impresión que ha quedado cortada por error. No ha sido hasta la publicación de este libro que hemos podido entender la inegeniosa experimentación que la autora quería realizar con el pliego de la encuadernación y, por tanto, la voluntad explícita que aquella mano quedara cortada. Nos habla sobre la norma no escrita de no diseñar el centro del pliegue para evitar obstaculizar la lectura. Suzy Lee se plantea qué ocurre cuando se rompe esta norma y comienza una propuesta de creación centrada en el terreno ficcional que puede quedar oculto en este espacio central que representa el pliegue de la encuadernación. Es decir, se plantea jugar con el pliego como parte importante de la historia que puede afectar a la trama. Este es el punto de partida de Espejo, que encuentra continuidad con La ola y que finaliza con Sombras.
 

El libro se divide en dos partes. Una primera en la que la autora analiza las tres obras de la trilogía, poniendo especial atención a todas las decisiones técnicas y literarias tomadas durante el proceso de elaboración. Y una segunda parte en la que Suzy Lee reflexiona sobre su papel durante la creación de la obra.

El análisis cuidadoso de cada libro nos permite hacer un recorrido inédito de la mano de la autora que muestra su conocimiento sobre el álbum ilustrado y donde expone referentes literarios que han tenido alguna presencia. Resulta especialmente interesante el punto de partida del espejo de Alicia en el país de las maravillas o las resonancias del teatro griego y de una leyenda china. En esta parte, hay una idea central sobre su experimentación del pliegue de la página como espacio que puede representar una frontera que permite simbolizar la entrada al mundo de la fantasía. También sobre cómo esta entrada o frontera puede tener diferentes matices en función del efecto que pretende crear.

En la segunda parte, en la que no deja de lado las obras citadas para plantear las reflexiones sobre el proceso de creación de un álbum, se organiza en seis apartados que estructuran el proceso. En un primer momento nos habla de un tema que destaca en la trilogía: la forma física del libro ilustrado. Desde el inicio de la lectura, nos hace conscientes que los tres títulos tienen exactamente las mismas medidas; sólo cambia la la direccionalidad de la apertura del libro y experimenta a partir de este cambio de perspectiva. También destaca el papel que da a las páginas en blanco que aparecen en las tres obras. Un segundo apartado lo dedica el espacio limitado que representa el libro y como hay que pensar en posibilidades artísticas para extender la capacidad de mirar más allá. Así mismo, dedica un apartado a la tipografía de los títulos y las letras como aspectos que aportan información a la obra. Otro tema que aborda en uno de los apartados es el porqué de tres álbumes sin palabras y su visión sobre la potencialidad de esta característica para disfrutar de ciertas ambigüedades, encontrar respuestas personales y crear historias. Otro apartado está dedicado al lector del libro ilustrado, donde se explica alguna experiencia con niños y donde se pone de relieve su posición de escritora que piensa en el destinatario de su obra, pero no en una edad concreta, sino en un lector diverso, ya que cree en la posibilidad de lecturas distintas. Finalmente, el apartado que cierra el libro lo dedica a una reflexión muy personal sobre el placer de crear un libro ilustrado.

El libro, en su conjunto, ofrece un acercamiento muy personal de la autora a una parte significativa de su obra. De edición cuidada y de grata lectura, este ejercicio autoreflexivo permite descubir el complejo proceso de creación que puede anteceder a un álbum, develar la conceptualización que se esconde detrás de lo que parece de gran simpleza narrativa. Además, introduce, de manera afable, al lector en una reflexión en torno al potencial expresivo del álbum como objeto material, como poca literatura especializada logra hacerlo.