Un hijo aparece tras el éxito entre los adultos de la obra Una madre del mismo autor. Y tiene la misma vocación de libro de buena entrada, de apelación a las emociones del lector y, en este caso, de lectura posible de amplio espectro, desde los niños hasta los adultos a quienes guste compartir lectura con sus hijos.

Un sabor de la serie televisiva «Pulseras rojas», por ejemplo, marca el caso de un niño de nueve años que quiere ser Mary Poppins. Aparentemente feliz y tranquilo, maestra y psicóloga escolar se inquietan por una conducta que parece esconder algún tipo de conflicto profundo. La narración nos llega de forma coral, a través de las voces del niño, el padre deprimido, las noticias de la madre ausente, la maestra alarmada o la psicóloga perpleja. Pero a pesar de que tenemos acceso a tantas perspectivas, la realidad del conflicto se nos resiste y una intriga muy bien dosificada hace que el lector quede enganchado a la historia intentando deducir hacia dónde nos llevan los indicios que se nos van ofreciendo. El descubrimiento busca la reinterpretación total de los hechos, un poco al estilo de «El sexto sentido», por ejemplo, aunque no de forma tan acentuada o tan oculta. La contención de la forma es uno de los aciertos del libro, aunque el final, en cambio, se desborde en una escena un poco inverosímil, propia de las películas comerciales que intentan la búsqueda del pañuelo. Pero a pesar de estas debilidades, un libro fácil de hacerse entrañable, centrado en la exploración de personajes y de sentimientos sutiles, como la asimilación de la pérdida o las protecciones mutuas, o de otros temas laterales, como el temor a la homosexualidad o las bodas concertadas de niñas menores de edad. Premio Joaquim Ruyra 2014, un libro de gran público, que entusiasmará y dejará huella en muchos lectores y que ya ha tenido una intensa repercusión en las redes sociales.

Teresa Colomer