Tina Frankens, como su título indica, es un homenaje a la obra de Mary Shelley con motivo del 200 aniversario de su publicación. Tiene un narrador inteligente que, con sólo abrir el libro, nos pega a la obra con su con ironía: «Porque estos es un cuento de miedo, diremos que era de noche y había tormenta» y que después deja el lector libre de hacer sus propias interpretaciones, ya que de hecho no está interesado en el argumento, a pesar de la peripecia temporalmente lineal del relato que se abre con el despertar a la vida de Tina y se cierra con la asunción valiente de su propia realidad.

Y es que, efectivamente, y al igual que el original evocado, esta narración no es esencialmente un cuento de miedo, aunque adopte la apariencia de un thriller de asesina en serie. Olid ha convertido la Criatura de Shelley en una chica de dieciséis años, resucitada por su tía científica, y esto tiene la gracia de remitir la interrogación sobre la propia identidad, la necesidad de la mirada del otro y la soledad propia del original a la etapa de la adolescencia. Hay que pensar que, en realidad, Shelley no era mucho más que una adolescente cuando creó su novela y tal vez su éxito de lectura entre los jóvenes haya sido esta pulsión desorientada y frágil de la Criatura, tan cercana a su realidad.

A pesar de los temas de fondo y de las múltiples y sutiles interrelaciones con el original, Tina Frankens se convierte en un relato con voz propia, muy lejos de una simple transposición. Una voz que adopta un tono intimista y a la vez fantástico, como si viajara por el mundo de los sueños, pero percibido y descrito con lucidez cotidiana, con la creación de imágenes potentes (como la de la loba que acompaña la chica sin demasiadas explicaciones) y escenas que expresan de maneras muy delicadas, tanto el dolor y la tristeza, como la fuerza y ​​la determinación de la chica, un personaje muy propio del universo literario de Olid. Este tono nocturno y casi silencioso de la obra se expresa perfectamente en las maravillosas ilustraciones del libro, de las que podríamos decir que acompañan el texto como la loba a Tina.

Para más información sobre la obra de referencia, podéis ver la presentación de Frankenstein en esta misma página: https://gretel.cat/es/lecturas/filtro/category:lecturas-clasicos-lij-es/keyword:frankenstein/

Teresa Colomer