Hace mucho sol, como indica el título, y el niño narrador nos explica que ha salido con su abuelo en busca de una aventura. Las imágenes dominan este álbum tan genuinamente infantil en la recreación fantasiosa de la realidad, o en la captación de la impaciencia y la excitación propia de los niños, como bien resalta la cita de la contracubierta, cuando se disponen a disfrutar de un tiempo y un espacio abiertos ante sí como una promesa de felicidad compartida.

El abuelo acompaña al niño en su paseo y marca las pausas con deseados descansos en lugares a la sombra o en sitios donde pasa el aire. Pero sabe ofrecer el punto justo de impulso y dejar hacer que necesitan los niños de los adultos. Mientras, el niño se avalanza hacia nuevas metas llenas de esfuerzo, sol de plomo y piratas ocupantes de la cueva-bar donde pueden sentarse finalmente a tomar alguna bebida reconfortante. Un álbum de estructura clara, con inicio y desenlace en la casa, y la aventura de ritmo repetitivo y juguetón en medio. Una obra divertida, interesante, propicia para leer en voz alta mientras se contemplan las grandes imágenes y los muchos detalles. Un libro tan redondo como su precedente Nieve, del mismo autor y con la misma matriz, publicado también por Patio. Bienvenidos a nuestras estanterías

Teresa Colomer