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Matar a un ruiseñor

Lee, Harper

Editorial: Harper Collins
Any: 2015
ISBN: 9780718076375
Edat: (12-14)

Un acontecimiento literario de este 2015 ha sido la edición de Ves i aposta un sentinella, la primera novela escrita por la autora norteamericana Harper Lee, famosa hasta ahora por su única y excelente novela Matar a un ruiseñor, publicada en 1960 y convertida en todo un clásico de la literatura infantil. Ves i aposta un sentinella explica la vuelta de una joven a la pequeña ciudad de Alabama en su infancia, el descubrimiento de los conflictos raciales existentes y su necesidad de “matar al padre” para adquirir definitivamente una conciencia propia. Cuando Harper Lee escribió esta primera novela, la mayoría de editoriales la rechazaron, pero los lectores tuvimos la suerte de que un buen editor pensase que los recuerdos infantiles que iba evocando la joven protagonista eran realmente como joyas insertadas en la descripción de la crisis vital de una protagonista más desagradecida y mimada que rebelde, así como en las en las tediosas reflexiones sobre los debates racistas de la época. El editor propuso, entonces, a la joven autora que se centrase en aquella etapa de la infancia y escribiese otra obra. Así que Harper Lee escribió Matar a un Ruiseñor dando todo un salto de calidad admirable en su capacidad de escritura.

Pensemos, entonces, que esta novedad editorial es una buena noticia para recuperar el clásico de la estantería y recordar cómo continua siendo de buena y de bien construida esta obra que ha marcado generaciones con el recuerdo de la pequeña Scout y su padre viudo, el abogado Atticus Finch, “el padre que todo el mundo querría tener” como se ha señalado en reiteradas ocasiones.

Escrita en primera persona desde la perspectiva de la niña, la narración respira autenticidad por todos lados. Matar a un ruiseñor fusiona sin fisuras visibles tres líneas narrativas: una de ellas nos permite vivir a fondo los largos veranos cálidos y polvorientos del sur de Estados Unidos en el ambiente de una pequeña ciudad de los años treinta del pasado siglo. Y lo podemos hacer entre una galería de personajes bien peculiares, descritos con una precisión ajustada de recursos impresionantes. La segunda línea, enlaza los juegos infantiles y el aprendizaje vital de Scout, su hermano mayor y su genial amigo Dill, en un canto a la infancia deslumbrantemente bien descrita. La tercera línea desarrolla lo que al inicio de la obra se nos anuncia, sin revelarlo, que se quiere explicar: unos hechos que van emergiendo poco a poco y sutilmente hasta centrar la acción y la tensión narrativa de la obra en un crescendo perfectamente articulado. Estos hechos se refieren a la defensa que Atticus Finch hace de un joven negro acusado de violar a otra joven blanca, un hecho que curiosamente sólo se mencionaba de pasada en la primera novela (y con resultado judicial diferente) y que, por contra, fue la línea narrativa priorizada en la célebre versión cinematográfica de Matar a un ruiseñor que obtuvo tres Oscar y que fijó en nuestras retinas la imagen de Gregory Peck como íntegro abogado de los débiles.

Aprovechamos, por tanto, la ocasión de poner en las manos de las nuevas generaciones esta obra tan consistente y bien escrita. Sin duda rebosante de valores, en ocasiones con adherencias circunstanciales de época, pero cuya capacidad de conectar con lo esencial hace que esta obra se mantenga con todos los honores en el campo inmutable de la vivencia de la infancia y el aprendizaje moral. La voz infantil de Scout es todo un hallazgo literario que nos ofrece amenidad, integra perfectamente los valores en la acción con un gran dominio de la elipsis y una enorme capacidad para la construcción de personajes memorables, así como ambientes alejados que se hacen cercanos y vividos.

Teresa Colomer