Margarita Dolcevita es una obra del autor italiano Stefano Benni, una figura de la izquierda cultural militante, amigo de Italo Calvino o Dario Fo y que llega con la información de 400.000 libros vendidos en Italia. La voz de la narradora y protagonista es el rasgo más distintivo del libro. Nos habla una chica de catorce años, podríamos decir que emparentada con personajes como Mafalda o Matilda. Sus reflexiones sarcásticas sobre el entorno o su humor lleno de referencias culturales y juegos, tanto lingüísticos como de sentido, incluso empalagaría, si esta voz no estuviera inmersa en una acción intrigante y vertiginosa, si no levantara a su alrededor una serie de personajes parodiados con ternura o si no dejara un lugar importante en la belleza poética. La obra de Benni se propone denunciar el consumismo, las relaciones de poder, la depredación sin escrúpulos del capitalismo, la destrucción del medio o las apariencias del ideal banalizado de familia de nuestra sociedad. Son muchos de temas, realmente, y aunque nos quedamos cortor. Pero todos se superponen bien en un argumento algo caótico, sin pretensiones de verosimilitud, aunque mantiene una progresión ordenada en su desarrollo. Y también se fusionan bien en el relato adolescente las variadas perspectivas de género adoptadas: la parodia, el humor grotesco, el realismo mágico o la novela costumbrista de adolescentes. Un texto poderoso en su comicidad, su denuncia de un frío horror moderno, la soltura en la descripción de todo, incluso del sexo, el lirismo de algunas escenas, con personajes ambivalentes y sugestivos, como el muchachito desequilibrado de quien se enamora o el fantasma de la niña víctima de la guerra. Una experiencia de lectura con personalidad propia.

Teresa Colomer