Kathrin Schärer
Johanna en el tren es un excelente ejemplo de uno de los temas más característicos de la literatura actual: la metaficción. El lector es convidado a reflexionar, de manera lúdica y a partir de amables ilustraciones, sobre los mecanismos de la ficción. Para ello se superpone la supuesta mano del ilustrador sobre la historia creada y es el ilustrador quien toma las decisiones reclamadas por el personaje de Johanna, la cerdita, a lo largo de su viaje y quien le procura encuentros con otros animales. Pese a esta complejidad formal, los juegos ficcionales se destacan de manera gráfica al diferenciar al creador y a lo creado mediante el contraste del blanco y negro de la mano del dibujante con el colorido mundo de Johanna. La historia consigue representar así para los pequeños, tanto el proceso creativo, como la negociación y construcción de sentidos de la lectura.
Teresa Colomer