El coche de bomberos ligeramente defectuosa o El geniecillo de aquí para allá ofrece una tercera forma de compartir ficciones en nuestras recomendaciones de este mes. En este caso, el autor, parece que ya en colaboración con su hija, arma la historia a partir de la aparición sucesiva de grabados victorianos del siglo XIX. Cada nuevo grabado hace evolucionar adecuadamente la historia, tomando el hilo de la exploración de una fantástica casa china aparecida en medio del jardín de Mathilda, la niña protagonista. La niña, valiente y cuestionadora como una nueva Alicia, penetra en el mundo fantástico y la exploración de sus diferentes habitaciones propiciará el encuentro con una serie de personajes y objetos peculiares evocados por los grabados antiguos. Uno de los personajes, un genio, le ofrece una aventura (a elegir entre «de lujo y de más lujo») y le dejará de recuerdo del objeto deseado por Mathilda: un coche de bomberos… aunque con un pequeño defecto. Inventar una historia a medida que elegimos imágenes y conseguir un hilo que las incluya adecuadamente es un ejercicio divertido que cualquier padre, maestro o bibliotecario puede haber hecho a partir de las cartas de Propp o de otros recursos similares. Aquí tenemos el ejemplo excelente de otra posibilidad, tan atractiva en la composición de las imágenes, como admirable en el tono clásico y al mismo tiempo desenfadado del texto. El libro mereció el «National Book Award» en Estados Unidos en 1972 y ahora podemos disfrutar de este auténtico hallazgo en traducción castellana.

Teresa Colomer