Ya sentenciaba Gabriel Zaid en los años noventa que “la humanidad escribe más libros de los que puede leer” y que eso, en contra de lo que los bibliófilos pudiéramos pensar, tiene su toque trágico. Para hacer lugar a las novedades, títulos más antiguos deben desaparecer y dormir el triste sueño de la descatalogación. Así que cuando algún clásico de la literatura infantil y juvenil se reincorpora a otro fondo editorial, esta suerte de resurrección libresca merece ser difundida para que no se pierda entre los anaqueles de “los demasiados libros”.
Hace algún tiempo celebramos el retorno de ¡Qué bonito es Panamá! Ahora, sin ningún pudor, confesamos nuestro amor por Janosch y renovamos nuestros votos por su obra recomendando otro libro que tiene a pequeño Oso y pequeño Tigre como protagonistas:Correo para el tigre. Se trata de una historia sobre estos dos amigos que para mitigar la ausencia del otro comienzan a cartearse y luego a desarrollar un curioso sistema de llamadas telefónicas, que será adoptado por los otros animales. El libro, entre tierno y divertido, funciona como una especie de cuento por capítulos, cuyos episodios están marcados por las misivas y el desarrollo de simpáticos medios de comunicación en el bosque. Su estructura lineal y vocabulario accesible, así como unas imágenes que ilustran perfectamente el intercambio epistolar, hacen de Correo para el tigre un libro que se presta tanto ser leído en voz alta por un adulto, como por los propios niños de manera autónoma.

Brenda Bellorín