Ellwand, David
Si un libro no engaña en la edad de sus destinatarios es Bebés maravillosos, aunque seguro que los bebés no serán los únicos en disfrutarlo. Un libro de páginas gruesas, esquinas redondeadas y tamaño apropiado para las manos de los pequeños; un libro de fotografías en blanco y negro que hará las delicias de los psicólogos del desarrollo infantil en el debate sobre las representaciones más apropiadas para la percepción de los bebés; un libro de contrarios para establecer claramente la definición de los conceptos (físicos, como limpio y sucio; de rasgos de carácter, como tímido y orgulloso; de estados de ánimo, como feliz y disgustado; y morales, como bueno y travieso); un libro para identificar las emociones de los rostros en una de las primeras tareas a las que se aplican los humanos recién llegados; un libro de lenguaje preciso y ritmo cuaternario (Bebé feliz, bebé lloroso, bebé mojado y bebé secado. Bebé calvo y bebé peludo); un libro de fotografías espléndidas que marcan su propia variedad y ritmo de encuadre; un libro para reconocer a los semejantes (sabemos que alrededor del año de vida los niños pueden identificar a sus conocidos en las fotografías) y para reconocerse uno mismo en la sorpresa final de un espejo que ofrece la última imagen de un bebé: el más cercano y querido de sus lectores. Compartidlo con vuestro bebé, regaladlo a los que acaben de ser padres o ponedlo rápidamente en la estantería de la guardería y en el rincón de los pequeños de la biblioteca. ¡No os lo perdáis!
Teresa Colomer