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Le débat interprétatif dans l’enseignement du français

Dias-Chiaruttini, Ana

Editorial: Berne, Peter Lang
Any: 2015
ISBN: 978-3-0343-1548-7

“Aquí hay un libro maravilloso, allí hay un grupo de niños. ¿Qué sigue?”, es la pregunta que ha lanzado una y otra vez el conocido autor y mediador Aidan Chambers, quien no duda en responder: “sigue hablar”. Para muchos de nosotros, esa respuesta traza uno de los caminos más interesantes que pueden seguir los procesos de mediación lectora y de educación literaria con niños y jóvenes. Por eso es que recibimos con alegría aquellos estudios que se dedican a analizar en detalle la situación de enseñanza conocida como “discusión literaria” o “debate interpretativo”. El libro Le débat interprétatif dans l’enseignement du français, de Ana Dias-Chiaruttini, avanza en esa dirección, y constituye uno de los documentos más relevantes de los que disponemos hasta ahora para reflexionar sobre el lugar que ocupa este dispositivo didáctico en las aulas.
La autora, profesora e investigadora de la Université Lille 3 (Francia), adopta una perspectiva descriptiva y comprensiva para situar el debate interpretativo (DI) como uno de los géneros disciplinares centrales en las líneas de renovación de la enseñanza de la literatura en la escuela. Un género que parece responder muy bien a los nuevos horizontes de la educación literaria: invitar a los alumnos a leer y favorecer la construcción de hábitos lectores en su espacio personal, por una parte, y avanzar hacia lecturas más complejas y hacia interpretaciones más profundas y fundamentadas sobre lo leído, por otra.

En los primeros capítulos (1 a 3), el libro dibuja el territorio en el cual emerge la discusión literaria como género escolar, desde aquellos primeros precedentes de debate con orientación filosófica hasta su formalización y prescripción como género disciplinar asociado a la enseñanza de la lectura y de la literatura. Este recorrido se alimenta de la revisión contrastada de documentos tan diversos como los programas oficiales, manuales escolares de diversa data, la producción científica de la didáctica o los avances en la teoría literaria que, en su conjunto, llevaron a una mayor valoración del sujeto lector y a subrayar la importancia de la socialización en la formación de lectores. Y si bien se trata de una revisión centrada en el contexto francófono, igualmente reviste interés para todos aquellos profesionales e investigadores interesados en conocer cuáles han sido los diversos espacios de influencia que ha tenido el DI hasta llegar a ser uno de los dispositivos claves del actual modelo de educación literaria.

El segundo apartado (capítulos 4 a 6), en cambio, se centra en las prácticas (declaradas y efectivas) de DI en la escuela. Fruto de un extenso trabajo de campo con docentes de educación primaria, se articula una interesante reflexión en torno a las singularidades que adopta la discusión literaria en las aulas, y que determinan la multiplicidad de variantes y formulaciones que adopta el género en contextos reales de enseñanza. ¿Cómo el DI es enseñado e implementado?; ¿qué se enseña a través del DI? Son, pues, algunas de las preguntas orientadoras de la segunda parte del volumen, y cuya respuesta ofrece interesantes aportaciones para la didáctica. Por ejemplo, el análisis muestra que este “nuevo” género se concreta mediante prácticas plurales, en las que se fusionan dispositivos tradicionales (y muy resistentes a la desaparición) como el cuestionario de lectura, o se reciclan actividades propias de la animación a la lectura incorporándolas como formatos propios de la discusión literaria. En definitiva, lo que este apartado muestra es que las prácticas efectivas de DI se forman a partir de múltiples procesos de absorción, transformación y reciclaje de una pluralidad de prácticas docentes.

La tercera y última parte (capítulos 7 a 9) analiza los diversos estilos docentes observados en la implementación de la discusión literaria en las aulas, así como sus efectos en las respuestas lectoras de los estudiantes. En ese marco, resulta particularmente interesante la propuesta de Dias-Chiaruttini en relación a las distintas modalidades que adopta el debate sobre libros en el aula. Pues, según su análisis, conviven en las aulas discusiones de tipo realista, en que las obras devienen pretexto para reflexiones generales sobre sí y sobre el mundo, hasta otras de modalidad cognitiva, centrada en desarrollar la argumentación y la justificación de una lectura interpretativa, distanciada, centrada en los conocimientos convocados por el texto, e impresionista, que favorece las reacciones subjetivas y la expresión del gusto o disgusto frente a las obras. En otras palabras: la discusión efectiva sobre libros en el aula aparece como un género plural, que adopta formas diversas según el estilo pedagógico del docente y los objetivos que cada mediador persigue con la lectura literaria en su quehacer profesional.

En definitiva, estamos frente a un libro que sugiere múltiples vías de reflexión sobre su objeto de estudio, y que profundiza nuestro conocimiento sobre lo que sucede cuando un grupo de niños (acompañados por su maestra o maestro) habla acerca de un texto leído en forma colectiva. En ese sentido, es de agradecer que este volumen ofrezca múltiples ejemplos de sesiones de discusión literaria con niños, pues la reflexión se articula desde las particularidades de esas experiencias concretas de mediación lectora. Observar y analizar las prácticas efectivas para llegar luego a una comprensión más profunda del género en cuestión. He ahí la apuesta de la autora, en un libro cuya publicación es una buena noticia para todos quienes nos dedicamos a la formación de lectores en contexto escolar.