Letras robadas es un libro pensado inicialmente para no tener texto, hecho para que la atenta contemplación de las imágenes – ¿què mira esta niña que parece despistada a cada parada del mercado? ¿No aparecen ratones atareados en cada página? ¿No faltan letras en los rótulos de las tiendas? ofreciese al lector la historia únicamente adivinada por los ojos de la protagonista infantil. Y vale decir que las ilustraciones son tan atractivas, juegan tan bien con los fondos claros y las notas de color pastel, están tan llenas de detalles, humor y sugerencia que casi nos hace pensar que con ellas habría suficiente. Pero Daniel Foldin, el exigente editor del Fondo de Cultura Econónmica durante muchos años y desde hace poco de Océano Travesía, incolucró en el proyecto a Triunfo Arciniegas, uno de los autores colombianos más celebre y celebrado por los niños y niñas. Y Triunfo explica en su blog:

No podía repetir en palabras las imágenes: necesitaba una historia paralela e implícita. Entonces pensé en la profesora de la niña y su vida escolar: un mundo que la niña podía llevar en su cabeza mientras acompañaba a su madre en el mercado. Ese rasgo ya empezaba a definir al personaje. Se precisaba de una enamorada de las letras, de una lectora, de una persona imaginativa. Algo rara, por supuesto. Clara. De ahí vino el nombre. «Soy Clara y dicen que soy rara…» De esta frase surgió el tono.

Y sin duda el libro va a adquirir otro empuje. La niña de las imágenes tenía una personalidad, su propia historia, su fantasear mientras acompaña a la madre se hacía presente y confluente con la de los ratones. Una perspectiva infantil sobre la maravilla y la alegría del descubrimiento del mundo y del saber, dos tramas juguetonas, un texto literario tan divertido como elaborado, un juego con las letras próximo a los primeros lectores… todo un acierto
(Podéis ver aquí la entrada de Triunfo Arciniegas en nuestra sección “narradores”)

Teresa Colomer