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Challenging and Controversial Picturebooks: Creative and critical responses to visual text

Janet Evans (ed.)

Editorial: Routledge
Any: 2015
ISBN: 978-1-138-79774-1 (hbk) / 978-1-138-79777-2 (pbk) / 978-1-315-75691-2 (ebk)

Challenging and controversial picturebooks. Creative and critical responses to visual text. Un título atractivo, sin duda, y que genera en el lector dudas como: ¿Cuál es la frontera que delimita los textos controvertidos y / o que plantean retos? ¿Qué experiencias de lectura provocan estas obras? Existen reticencias a este corpus? Estos y otros interrogantes se van resolviendo durante el compendio de capítulos que firman especialistas de 6 países (Canadá, Gran Bretaña, Alemania, Italia, Portugal, Noruega), todos ellos bajo la coordinación de Janet Evans.

La obra nos ubica en un terreno resbaladizo, al menos de entrada, ya que hay que saber qué es lo que se considera controvertido y qué no. Esta cuestión más teórica y de definición del objeto de estudio la encontramos en los primeros capítulos. Evans caracteriza estos corpus como obras literarias que presentan complejidades que obligan al lector a responder con preguntas filosóficas que a menudo forman parte de la base de la vida y para los que, el campo de la lij no tiene todavía un término para referirse se hay. En general, los autores hablan de estos libros como propuestas que abordan retos reales (la violencia, la sexualidad, la palabra, el racismo, el amor, la depresión, la tristeza y la soledad, el suicidio, las drogas, el holocausto, el aborto, entre otros) que, lejos de ser entendidos como recetas terapéuticas, abren vías de exploración que necesitan de la conversación con los demás para comprender los desafíos interpretativos que plantean.

Evans, Nodelman, Beckett o Ommundsen profundizan en los parámetros en los que enmarcar estas obras, básicamente álbumes ilustrados contemporáneos, y lo hacen desde varios núcleos temáticos como los eternos bestsellers y sus controversias poco aparentes, los cuentos de hadas y sus adaptaciones posmodernas o el destinatario de este tipo de obras. En estos cinco primeros capítulos resulta interesante el apartado que se dedica a un nuevo tipo de un libro, «texto de fusión», definido como una mezcla de cómics, novelas gráficas y libros ilustrados que utiliza técnicas diferentes y que se puede entender a partir del libro Lobos en la pared (Gaiman, N; McKeen), el cual se considera el ejemplo más claro de esta tipología.

A partir del capítulo seis y hasta el doce encontramos la voz del lector, especialmente la respuesta lectora de niños de entre ocho y doce años. En esta parte del libro se presentan pequeñas investigaciones de carácter exploratorio, a menudo centradas en una obra o tópico, de las que sabemos el contexto y la metodología, aunque estas explicitadas más con la voluntad de enmarcar que profundizar en métodos de investigación. En un libro panorámico como este no se echa de menos la profundización metodológica, pero hay que saber que la voz del lector irá intercalando con el discurso académico sobre las características de estas obras y las capacidades de los lectores de hacerlas emerger.

Hay cuestiones generales relevantes que impregnan varios capítulos y que podríamos decir que constituyen algunos de los puntos claves que el libro en su conjunto quiere aportar. Una de ellas es el hecho de cuestionar el concepto que los adultos tienen de la niñez. Se pone a debate la idea la reticencia a obras con temas complejos tiene su base en la mirada de los adultos que presuponen que los niños tienen habilidades limitadas para comprender ciertos tópicos o bien que se les debe proteger de estos, lo que a menudo provoca que se restrinjan las experiencias literarias. Una alta cuestión es el potencial de los cuentos de hadas para ofrecer obras posmodernas con retos interpretativos gracias a propuestas ilustrativas. La última es los diversos análisis a fondo de algunos álbumes conocidos en nuestro contexto como Zorro (Brooks, R .; Wild, M.), La niña de rojo (Frisch, A .; Innocenti, R.) o El árbol rojo (Tan, S), así como de otras obras que, a pesar de ser desconocidas en nuestro contexto, podemos seguir el discurso explicitado gracias a la decisión editorial de ofrecer una obra generosamente ilustrada. En el conjunto, también se le suma la virtud de aportar referencias teóricas que abren vías interesantes hacia cada uno de los enfoques que se plantean.

Es destacable el cierre del libro. En Klaus Flügge, editor consagrado, propietario de la editorial Andersen Press y galardonado, entre otros, con el premio honorario a Bologna en 2013 por su compromiso en el campo de los libros para niños, nos habla del mundo de la producción y la recepción de este tipo de obras literarias en el formato de entrevista y abordando temas como la censura, el potencial de los bibliotecarios como principales compradores de ciertas obras y también como promotores de las mismas. Aporta ejemplos de temas complejos editados desde la calidad narrativa y visual y postula la necesidad de huir de esta nueva y creciente ola de producción tan pensada en satisfacer un mercado que demanda obras «fáciles de digerir». En este sentido, resulta especialmente interesante su punto de vista sobre el hecho de que se necesitan maestros que discutan sobre el sentido de estas historias y ayuden a los niños a ver otros aspectos del libro.

En resumen y pensando en la globalidad de la propuesta, nos parece que es un libro que puede interesar a un público amplio, no sólo académico, ya que aporta una reflexión de calidad sobre un tipo de producción literaria y lo hace desde un discurso académico impregnado de voluntad divulgativa.